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Avance de la próxima ruta: Valledor

Colabora: Ayuntamiento de Muros de Nalón y Dirección General de Deportes de la Consejería de Educación y Cultura del Principado de Asturias.

VALLEDOR

( ALLANDE )

17 – MAYO – 2009

El pueblo de Tremao/Tremado se encuentra situado en la comarca/tierra del Valledor, dentro del concejo de Allande, que engloba las parroquias de San Martín/Samartin y San Salvador del Valledor, dentro del Paisaje Protegido de las Sierras de Carondio y Valledor, y que ofrece al visitante, desde el estudioso al simple curioso, singulares particularidades en diversos aspectos, como son los deportivos, dialectales, costumbristas y etnográficos.

Aquí se pueden estudiar y admirar la minería romana que dejó su impronta en los castros mineros del propio pueblo de Tremao, San Martín, Gamaya del Castelón y Collada, lugares de sentamiento para beneficiar el mineral aurífero, tanto en los terrenos primarios, con trincheras, cortas y minería subterránea, como en los secundarios, mediante bateo, lavado superficial y zanjas-canales, como lo atestigua el propio nombre de su valle y río: valle de oro.

La baja densidad de población, con solamente dos habitantes por kilómetro cuadrado, condiciona la quietud, sosiego y singular belleza natural del Valledor, en medio de las montañas, que la ha convertido en un paradisíaco enclave, lleno de grandiosidad, y que, con gran propiedad, viene recibiendo en los últimos años, el nombre de Valle del Silencio. Silencio que solamente se rompe por la propia naturaleza, perfectamente audible desde nuestro pueblo de Tremado, como es el “berrido” de los corzos. La organización de la “levanta” de las monterías; el “cantar”/latir de los perros persiguiendo el corzo o el jabalí, para terminar con el certero disparo del cazador y el sonido de la corneta de caza, dando fin a la montería.

Los cánticos de amor del urogallo/faisán – símbolo vivo de la naturaleza asturiana-, en los contaderos del bosque de Bedramón, y los sonidos alegres del malvís, el tordo y la cerrica.

Las aldeas parecen seguir detenidas en los tiempos lejanos, con sus singulares construcciones, cubiertas de losas, donde se ofrece al espectador las características obras de hábiles canteros y carpinteros, desde los hórreos y paneras del estilo “Allande”, variedad del Valledor, a los molinos escondidos en los regueros, que llevan las aguas al río del Oro, donde se pescan las riquísimas truchas, a la vez que se pueden observar la diversa fauna, como garduña y el tejón. Y ahí están, como muestra, Aguanes, San Salvador (nominado para el premio Príncipe de Asturias), Fonteta, San martín, Robledo, Villasonte…

Desde Tremao se pueden hacer diversas excursiones de montaña, como es el caso de la braña de Abadía, en términos de Aguanes y Trabaces, con una singular reserva de robles, ya famosa en el s. XVIII, talada lamentablemente en los años ochenta. Al monte de la Abadía se puede acceder a través de Robledo y Coba, o por el Puente de las Cabras, Rubieiro y Aguanes, subiendo por la calzada a orillas de todo el río Badán, hasta su nacimiento, para salir al puerto Pozo de Mujeres Muertas, después de atravesar la braña de Valpreselle. En una excursión de tres horas de pausado caminar, se pueden contemplar centenarios árboles de flora autóctona: castaños, robles, tejos, acebos… y toda clase de caza: perdíz, liebre, jabalí, lobo e incluso el oso, en su “paso” en busca de la sabrosa miel, que guardan los numerosos cortines/colmenares.

La cacería del oso se llevó incluso al escudo de armas de los Valledor, como se puede contemplar en la Torre de San Martín, por cierto declarada Bien de Interés Cultural (Monumento). Hecho insólito en la armería asturiana ehispana, al representar una escena de la caza del oso, por un personaje real. Tal vez Alfonso el Onceno, que nos describe en el “Libro de la Montería”, que en las tierras de Allande, el río de Ovellero es un “buen monte de oso en verano”. Excursiones muy bonitas son las del Santuario y monte de Bedramón con gran significación religiosa, en el concejo de Allande e inmediatos, con Casa de Novenas y fuente salutífera, celebrando la romería el 15 de agosto, en cuyo campo, siguiendo una antigua tradición, las diferentes casas, extienden por la campera las variopintas mantas, que portaban los caballos, para sentarse en la comida de campo. Y el bosque, que tal vez sea la masa continua de repoblación arbórea, de pináceas, más extensa y hermosa de Asturias, que se prolonga por la sierra de Villarpedre y el cordal de Berducedo. El pueblo y paraje de Villarpedre, casi despoblado, pero digno de visitarse, a ocho kilómetros de Tremado, se encuentra en una de las colas del Embalse de Salime, en su entronque con el propio río del Oro. Una excursión en barca, con más de treinta kilómetros de recorrido, es deleite para el espíritu, que se pueden hacer en hora y media de travesía y otro tanto de regreso.

Y para terminar, la buena mesa de las guisanderas de la zona: el potaje con su compango, sabrosas truchas, la variada caza y carnes de vacuno cien por cien natural y ecológica, regado de vinos de la Tierra de Cangas, producido todo ello en la misma propiedad. Postres endulzados con miel del país, y café con “pingaratas”. Todo ello dentro de la cocina tradicional, con productos y elaboración casera.

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Ruta Valledor ’09

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Avance de la próxima ruta: Peña Los Tornos

Colabora: Ayuntamiento de Muros de Nalón y Dirección General de Deportes de la Consejería de Educación y Cultura del Principado de Asturias.

PEÑA LOS TORNOS

( CASO – PONGA – PILOÑA )

15 – Marzo – 2009

 

Texto y mapa: “Guía Completa De Las Montañas De Asturias”

 El acercamiento al pueblo de Orlé es el mismo descrito anteriormente para Peña les Víes o Becerrera de San Pedro.

Desde la base del pueblo Casín de Orlé (670 m), se toma por el SE un buen camino carretero que entra por el valle del río Orlé y, como a los trescientos metros de su recorrido, se abandona para seguir por otro que se desvía por la izquierda en dirección al valle de Enmedio. El recorrido es entretenido e interesante, avanzando por zona de mucho bosque y guardado por altos picachos que en principio son de aspecto oscuro y poco llamativos, para convertirse más tarde en paisaje multicolor y esclarecido, con hermosos rincones de gran belleza.

En su correr el camino atraviesa la riega de Los Retrancales, siguiendo por la margen derecha del río Enmedio que cruzaremos en cuatro ocasiones por sendos puentes. Rebasado el primero de los mismos se encuentra la caudalosa fuente de Enmedio, teniendo a continuación y de forma escalonada las praderías de Tinteru, Coballos y, ya en la parte alta, las cabañas y prados de Congostura. Aquí el valle se abre ampliamente; por la derecha, avanza sobre la riega y el valle de La Infiesta y las cabañas de La Trapa, hasta la parte más alta que termina en la collada de Friero.

Por la izquierda, se abre a la riega y las cabañas de El Cubilón, remontándose por el valle Torre hasta rematar en la brillante collada del mismo nombre.

Por el centro, el valle se alza sobre las esclarecidas praderías y cabanas de La Felguera, donde se encuentra otra estupenda fuente. Después de remontarlas seguiremos el sendero, que se arrima a tomar los tornos de retorcidas revueltas hasta ganar la horcada del Escobiu, en las estribaciones de La Llomba de Piedrafita.

Sin duda constituye un bonito mirador para echar la vista atrás y contemplar la profunda panorámica que se abre sobre todo el valle y las superiores cimeras que lo guardan. Superando ya El Escobiu, la senda se hace más placentera y pronto se llega a la fuente de Piedrafita, desde la que se alcanza en pocos minutos la majada del mismo nombre, aquí se puede contemplar claramente la acerada crestería de la Peña los Tornos (1.551 m).

Las jugosas camperas marcan un avance por La Boqueriza y Caveros, para arrimarse a la desafiante peña de Los Tornos, suprema cumbre de esta zona. El ascenso se hace por un plano de su falda O que se estrecha en la parte superior hasta convertirse en un pendiente «tiro», que desemboca en la aguda crestería de la hermosa cumbre de la Peña los Tornos (1.551 m), de vertiginoso desplome sobre la collada de Pandemules.

Por la vertiente piloñesa hay otra interesante ruta para llegar a esta cumbre, si se coge en Infiesto la carretera local que sube por Espinaredo a Riofabar y La Pesanca. Después, continúa una buena pista forestal, apta para vehículos de turismo, que sube por las casas de Muñizón a Degoes y valle del Pedrosu, siguiendo la bifurcación de la derecha por todo el bosque del Monte Corbera, hasta el Llanón del mismo nombre; hay que dejar el vehículo en un rellano de aparcamiento, fácilmente identificable porque del mismo parten por la izquierda hacia el fondo del valle dos pistas secundarias. Aquí empieza la andadura siguiendo la pista principal, que deja de estar en condiciones para vehículos por su deterioro y mal estado de conservación.

El silencio que se impone al atravesar el bosque del monte de Corbera sólo puede romperse por la presencia inesperada de algún venado, corzo, jabalí o gato montes que, al sentirse inquieto por la presencia del hombre, emprenda la huida, removiendo el mullido colchón de hojas secas o rompiendo viejas cañas en su rápida carretera de alejamiento. Por la parte superior del bosque del monte de Corbera, se entra en el profundo tajo que separa las peñas de Los Duemos (1.201 m) y El Canalón (1.403 m), para dar paso a las entalladuras de La Eoz de Moñacos y el río del mismo nombre. Rebasada esta estrechura ya se entra por el monte de Moñacos y su valle, que se extiende hasta las alturas de las majadas de La Felguerina, braña El Cuetu, Les Travieses y Piedrafita. Todo él esta guardado por las cumbres de Peña Torre (1.486 m), Les Travieses (1.463 m), Cuetón de les Travieses (1.463 m) y la estelar y relevante Peña de los Tornos (1.551 m).

Se asciende por el valle de Moñacos, siguiendo un viejo sendero que sale a la collada de Caveros, al pie de la misma peña, donde se coge el tramo de subida descrito anteriormente. Esta cima tiene dos vertientes extraordinarias: una por el S, sobre la collada de Caveros en tierras casinas; la otra por el N, sobre la collada de Pande-mules, en tierras casinas y ponguetas. La montaña tiene aquí arriba un avanzar despejado y profundo, que la coloca en una posición de sobresaliente privilegio para mirar limpiamente a todo el oriente asturiano, que conforma el cuadrante más alto y maravilloso del horizonte.

Merece la pena llegar hasta su atalaya, para asomarse a la perenne lozanía de las tierras de Pilona, Ponga y Caso, contemplando los perfiles estáticos y eternos de sus cumbres, como la pavorosa Llambria, El Maoño, El Viz-cares, Tiatordos, La Carasca o La Becerrera de San Pedro.

 

Mapa de la Ruta
Mapa de la Ruta

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Ruta Peña Los Tornos ’09

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Avance de la próxima ruta: Peña el Viento

Colabora: Ayuntamiento de Muros de Nalón y Dirección General de Deportes de la Consejería de Educación y Cultura del Principado de Asturias.

PEÑA EL VIENTO

(ALLER – CASO)

1 – Febrero – 2009

Raquetas de nieve

Raquetas Modernas
Raquetas Modernas

Las raquetas de nieve son unos utensilios que se acoplan a las botas y sirven para desplazarse con más comodidad y rapidez sobre terreno nevado o helado, utilizándose sobre todo en la práctica del senderismo, montañismo o alpinismo en invierno. Distribuyen el peso de la persona sobre una superficie más grande de manera que el pie no se hunda completamente en la nieve, como consecuencia del que se llama «flotación».

Las raquetas de nieve tradicionales tienen un marco de madera dura con cordones de piel. Las modernas, mayoritariamente, están hechas de metal ligero o son de una única pieza de plástico acoplada al pie para distribuir el peso. Además, suelen disponer de algunos elementos que mejoran el diseño original, como son:

  • Unión del pié a la raqueta por la puntera mediante un eje pivotante. Lo que permite levantar el talon y flexionar la rodilla sin levantar la totalidad del peso de la raqueta.
  • Pequeños crampones o cuchillas en la suela para poder caminar sobre nieve dura o hielo.
  • Alza para el talón, que hace mas descansados los ascensos al modificar la inclinación del pié.
  • Gancho delantero, que mejora el agarre en los descensos.
Raquetas Tradicionales
Raquetas Tradicionales

Mientras hoy se utilizan principalmente para el ocio, excursionistas y corredores a los que les gusta continuar haciéndolo en el invierno, en el pasado eran herramientas esenciales para los comerciantes de piel, cazadores y cualquier persona que necesitara moverse por áreas donde nevaba a menudo de forma severa. Incluso hoy en día, las raquetas de nieve son necesarias para guardas forestales y otros colectivos que tienen que ser capaces de moverse por áreas inaccesibles para vehículos motorizados cuando hay nieve profunda.

Orígenes

Antes de que la humanidad construyera raquetas de nieve, la naturaleza ya proporcionaba ejemplos. Algunos animales, el más notable de ellos, la Lepus americanus (liebre americana), ya había evolucionado a lo largo de los años con pies exageradamente grandes permitiéndoles moverse más rápidamente por la profunda nieve.

El origen y edad de las raquetas de nieve no son conocidos con precisión, aunque los historiadores creen que fueron inventadas entre el año 2.000 y el 4.000 a. C., probablemente empezando por Asia Central. Estrabón escribió que los habitantes del Cáucaso acostumbraban a adjuntar superficies planas de piel bajo los pies y en cambio, los armenios usaban superficies redondas de madera.

Al comienzo, dos grupos de pioneros de las raquetas de nieve, se separaron, estableciendo patrones que aún hoy en día se pueden ver. Un grupo abandonó la raqueta de nieve migrando hacia el norte, lo que hoy es Escandinavia, eventualmente cambiando el diseño de la raqueta de nieve a lo utilizado en el esquí Nórdico de fuera pistas. El otro, fue nordeste, cruzando el estrecho de Bering hacia Norte América.

Fuente: Raquetas de Nieve en Wikipedia

Descripción de la ruta

La ruta del domingo puede ser la siguiente:

Salida del Puerto Somiedo (1.486 m) por el PR que lleva al Valle del Lago, pasa por debajo de la Salgada y llega hasta el collado del Muñon (1.847 m), aquí en vez de bajar al Valle se tira en dirección contraria al Chozo de Chaguezos, y desde ahí por debajo de Picos Blancos se sigue el arroyo hasta el pueblo de la Cueta (1.442 m).

Una vez en este pueblo y despues de hacer un descanso y parada a comer retomamos latravesía saliendo del pueblo por un valle paralelo al de la llegada y mas al oeste llamado valle Fasgares, unos cientos de metros mas allá se abandona y en dirección oeste se cruza por los Tarambicos y la Pradiella hasta llegar nuevamente al puerto.

Desnivel acumulado: unos 500m
Tiempos:
Puerto- Cueta: 3 horas aprox.
Cueta -Puerto: 1,5 horas.

Mapa de al ruta
Mapa de al ruta

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Ruta Peña el Viento 2009

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Avance de la próxima ruta: Foces del Río Pendón

Colabora: Ayuntamiento de Muros de Nalón y Dirección General de Deportes de la Consejería de Educación y Cultura del Principado de Asturias.

FOCES DEL RIO PENDÓN

( NAVA )

18-Enero-2009

Texto y mapa: “26 Rutas para caminar por Asturias”

El pico La Varallonga (865 m) es el vértice geodésico donde culmina uno de los desfiladeros más bonitos de la región.

El río Pendón que durante milenios ha horadado esta fantástica entalladura sobre las laderas que sostienen los picos Múa y Varallonga, nace en el lugar de Les Praeres, bajo las estribaciones orientales de la sierra de Peña Mayor y durante su curso medio atraviesa el desfiladero desembocando a la altura de Fuensanta en el río Pra.

Muchos son los itinerarios que nos llevan a recorrer estos paisajes de Peña Mayor. En la presente ocasión elegimos la villa de Nava como lugar de inicio. A este núcleo que encadena tantos valores como la sidra, el arte, el paisaje y la naturaleza, se llega por medio de la carretera N-634. Dentro de su espacio urbano hemos de tomar la carretera NA-1 en dirección a Fuensanta (250 m) donde comienza este mágico itinerario.

Aquí hemos de abordar el sendero circular, señalizado P. R. AS-45, que arranca justo al lado de la planta embotelladora de Fuensanta, que fue antiguo balneario de aguas termales. Inicialmente cruzaremos el puente sobre el río Pra yéndonos hacia la derecha por la pista ascendente que muy pronto se bifurca. Elegimos el desvío de la izquierda por donde superamos el collado de Los Fornos (343 m). Una vez en este collado, que está Jalonado por un abrevadero, cruzamos la limpia campera hacia la vertiente del río Pendón cuyas cristalinas aguas se desplazan con sonora torrentera en medio de verticales murallones. Hemos de señalar que la posibilidad de recorrer esta foz se debe a la construcción de un camino que fue entallado en la roca para la captación de aguas que abastecen la población de Nava.

Por este camino nos adentramos sin apenas desnivel en las entrañas del desfiladero que está lleno de un amplio catálogo de árboles autóctonos. Por ahí alcanzamos Les Mecedures (400 m), 5 km en 1 hora y 30 minutos de marcha, donde se ubica el depósito de captación. La ruta a seguir se adentra en un tupido bosque de hayas y por medio de sendos puentes atravesamos los arroyos de Bomalu y Pendón respectivamente. Después comienza el ascenso por medio de un camino empedrado que serpentea por la ladera oriental de la mole de La Varallonga. El tradicional camino ganadero, de amplia traza y sostenido por muros de piedra, por donde se acarreaba la hierba de Les Praeres, supera el collado de La Canal y alcanza la braña de Mayáu Pastor (622 m), 6,2 km en 2 horas y 30 minutos de marcha. Esta es una zona de pastizales tapizada de vetustas cabañas que ofrece al senderista bonitas panorámicas hacia el concejo de Nava.

En este lugar abandonamos el balizaje del sendero que prosigue en descenso hacia el punto de partida, y nos vamos siguiendo los rastros de un camino que cambia el rumbo en dirección al sur y, tras una corta subida, nos encaramamos en el collado Los Fueyos (744 m), ubicado en plena sierra. Una vez aquí cresteamos hacia el oeste por el perfil de la montaña hasta coronar la cima de La Varallonga (865 m) donde se eleva el vértice geodésico, 7 km en 3 horas de  marcha.

Desde esta balconada se admiran los paisajes de toda la sierra de Peña Mayor intercalada desde aquí por la bonita braña de Les Praeres que está comunicada por medio de una pista que procede de Piloñeta. De manera optativa se puede descender a dicho lugar por una pista de tierra para conectar en Les Praeres con el sendero G. R.-105: Ruta de las Peregrinaciones, entre Oviedo y Covadonga, y con el sendero P. R. AS-140, descendiendo a Piloñeta y Nava como ruta alternativa.

Retornaremos al Mayáu Pastor por el camino de ascenso, donde abordamos el sendero que nos traslada a Fuensanta.

El rápido descenso discurre siguiendo la traza de una pista que atraviesa más abajo diferentes majadas que se escalonan en la vertiente norte del pico como Conellines y Cantucorral hasta llegar a la fuente de El Faéu. Continuando con el  descenso, enseguida asoman Les Xerrapes y más adelante la llana de Tabléu.

Las señales senderistas nos conducen sin pérdida por La Vallorita, lugar desde el que se divisan los pueblos de Grátila o Gradátila, Piloñeta Ovín, entre otros. El  palacio de la Ferrería también se contempla ¡desde estas alturas, ubicado en medio de un bosque de ribera. A la altura de La Cebarona conectamos con el camino de ida que pronto nos lleva a Fuensanta donde damos por finalizada esta excursión montañera, 11,5 Km en 4 horas y 30 minutos de marcha.

Después de la marcha y sin prisas, el viajero aún tiene tiempo para contemplar en las cercanías los aspectos monumentales que ofrece el palacio de La Ferrería (sigloXV), en el que según dicen las leyendas nació doña Jimena, esposa del Cid Campeador.

Mapa de la Ruta
Mapa de la Ruta

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Ruta Foces del Río Pendón